Un estudio revela cómo se formaron las 11 unidades sedimentarias de Gran Dolina
El investigador del CENIEH Isidoro Campaña Lozano ha publicado un trabajo en la revista 'Quaternary International' en el que se han utilizado nuevas técnicas analíticas para descubrir los procesos que formaron este yacimiento burgalés situado en la Sierra de Atapuerca.
CENIEH
El investigador Isidoro Campaña Lozano, del Programa de Geoarqueología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) ha publicado en la revista 'Quaternary International' un estudio sobre la estratigrafía y sedimentología de Gran Dolina, en el que se han utilizado nuevas técnicas analíticas que han permitido localizar las tres entradas a través de las cuales se rellenaron los 25 metros de sedimento en este yacimiento burgalés situado en la Sierra de Atapuerca.
Este trabajo titulado “Pleistocene sedimentary facies of the Gran Dolina archaeo-paleoanthropological site (Sierra de Atapuerca, Burgos, Spain)” es una revisión en detalle de la estratigrafía y sedimentología de Gran Dolina usando los nuevos perfiles disponibles y actualizando los estudios previos con técnicas analíticas disponibles en el CENIEH, tales como el escáner láser 3D, las estaciones totales y la fotogrametría, mediante las que se han obtenido modelos 3D.
Dichas técnicas han permitido, además de identificar los procesos de formación que constituyen las 11 unidades estratigráficas del yacimiento, estudiar las direcciones de aporte del sedimento para conocer la posición aproximada de las entradas en cada nivel sedimentario.
“Al menos se fueron sucediendo tres entradas principales en el relleno de Gran Dolina, y el cambio más importante de entrada identificado se encuentra en el nivel TD6, donde aparecieron los restos de Homo antecessor”, declara Isidoro Campaña.
A través de este estudio se han diferenciado 19 facies o tipos de procesos sedimentarios, agrupadas en: facies de flujos de gravedad, facies fluviales y facies de interior de cueva. Las facies de flujos de gravedad son aquellas capas sedimentarias depositadas por la entrada de sedimento debido a la acción de la gravedad, es decir, por caída del sedimento al interior de la cueva. Las facies fluviales se forman por la circulación de un curso de agua por la cueva. Las facies de interior de cueva son aquellas que se forman cuando la cueva no tiene una entrada próxima y está aislada del exterior.
Fases del relleno sedimentario
La asociación de facies de Gran Dolina muestra dos tendencias principales en el relleno sedimentario. Durante el Pleistoceno Inferior (unidades TD4 a TD7), la cueva actuó como un sumidero, donde predominan las facies fluviales y los flujos de gravedad aparecen de manera puntual y esporádica en la dinámica general.
Durante el Pleistoceno Medio cambia la dinámica sedimentaria. Las facies fluviales decrecen drásticamente y la secuencia es dominada por flujos de gravedad desde el nivel TD8 hasta el TD10. Este cambio de tendencia se ha relacionado con un cambio en la cuenca hidrográfica de la Sierra de Atapuerca, que puede deberse a un cambio climático entre el Pleistoceno Inferior y Medio”.
“En los próximos años, la continuación de la excavación permitirá obtener nuevos perfiles por lo que podremos mejorar y contrastar las observaciones hechas hasta ahora y conocer mejor como fue el proceso de relleno de sedimentos de la cueva de Gran Dolina” concluye Isidoro Campaña Lozano.