Neandertales con lesiones olímpicas
Los restos de Nandy, también conocido como Shanidar I, expuestos en el Museo Nacional de Irak, dejan evidencias de las lesiones que fue capaz de superar este hombre de neandertal hace más de 47 000 años.
Fuente: The Conversation - Cristina de Juana Ortín
Las características físicas de los neandertales se vieron muy desarrolladas debido a sus necesidades de caza y recolección. Sobrevivir en el pasado era el más duro de los entrenamientos. Y, como todo entrenamiento, no estaba exento de provocar lesiones.
Entre las ventajas físicas a las que debían aspirar se encontraban la resistencia, la velocidad, la fuerza, la coordinación y las habilidades motoras.
Pero también debían contar con otras habilidades deportivas como saber trabajar en equipo. Y tener gran capacidad de adaptación a tragedias y amenazas.
Este tipo de vida llevaba al desgaste del cuerpo y a lesiones repetitivas. La falta de tratamientos rápidos y eficaces contribuía a un envejecimiento acelerado, si lo comparamos con las recuperaciones actuales.
Y a todo ello había que sumar la posible disponibilidad de alimentos y agua dulce. Algo que no siempre era fácil ni equilibrado en el tiempo.
Lesiones de deportistas de élite
Más allá de patologías adquiridas por enfermedad o genética, los neandertales contaban con otras lesiones de tipo traumático, que pueden compararse con las que sufren deportistas de élite.
Dentro del boxeo profesional, las lesiones más comunes son las fracturas faciales, lesiones craneales y conmociones cerebrales. Muchas veces con daños en la visión. Precisamente, una de las lesiones que más ha ocupado los estudios óseos en neandertales son las craneales. Muchas de las que podemos encontrar en los restos fósiles nos hablan de la supervivencia de los individuos a pesar de la gravedad.
Las fracturas en huesos largos, articulaciones y costillas además de producirse en boxeo, también son frecuentes en el esquí, el snowboard y la escalada. Son parecidas a las que encontramos en el fémur del esqueleto La Ferrassie 1 y el peroné de La Ferrassie 2 y Tabun 1.
En algunos casos, tanto en deportistas como en neandertales, encontramos además lesiones óseas secundarias. Éstas son frecuentes en deportes de velocidad como el ciclismo, el esquí o el motocross, en los que las fracturas abiertas dan lugar a infecciones de tejidos blandos cercanos. En los neandertales de Shanidar I y La Ferrassie 1 encontramos este tipo de infecciones superadas.
Junto a las lesiones traumáticas, hay afecciones en huesos de neandertales con signos de osteoartritis, un trastorno articular común provocado por el envejecimiento y ruptura de la articulación. Es frecuente en atletas veteranos, especialmente en jugadores de baloncesto y en corredores. Y entre los ejemplos de neandertales con osteoartritis destacan los brazos de La Quina 5, Krapina, Feldhofer y Shanidar (I-IV).
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