Balance de la campaña de excavaciones 2017 en los yacimientos de la sierra de Atapuerca
El pasado 19 de junio comenzaron las excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca, dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Durante este periodo, un total de 280 personas de 22 nacionalidades distintas han trabajado en los diferentes yacimientos. A continuación se detallan los hallazgos más destacados de la campaña.
Fundación Atapuerca
Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril
Sima del Elefante
El objetivo principal de la campaña 2017 en la Sima del Elefante era dejar al descubierto, en la mayor superficie posible, el nivel TE7 (el más antiguo de toda la sierra de Atapuerca). Este objetivo se ha sido cumplido parcialmente. En una parte del yacimiento se han dejado al descubierto y excavado 20 m2 del nivel TE7. Sin embargo, en otra zona del yacimiento no se ha podido descubrir aun ese nivel, aunque se ha llegado a la base del nivel TE8.
A pesar de no haber descubierto toda la superficie del nivel TE7 en la Sima del Elefante, en la superficie excavados en la campaña se han recuperado restos de macromamíferos como ciervos o carnívoros de pequeño tamaño, así como aves de varios tamaños entre los que se encuentra el águila pescadora. Estos restos, de más de 1,3 millones de años, aportan información sobre la fauna que existía en la sierra en esa cronología.
Además, en esta campaña se ha recuperado en el nivel TE16 (Pleistoceno Inferior, más de 780 mil años) una pieza de industria lítica en sílex. Esta pieza no es de las más antiguas recuperadas en la Sima del Elefante, pero es una evidencia más de la presencia de grupos humanos en las inmediaciones del yacimiento hace cerca de un millón de años.
Galería
Durante la campaña 2017 en el yacimiento de Galería se ha excavado la parte inferior de la Unidad GIIIa. En este tramo de la secuencia, datado en torno a los 270 mil años, se han recuperado restos de fauna e industria lítica. Los restos de fauna son principalmente de caballos y ciervos, pero también se han recuperado huesos de carnívoros y aves. La mayoría de los elementos anatómicos corresponden a costillas, vértebras, mandíbulas y dientes aislados. En cuanto a las herramientas líticas, fueron elaboradas principalmente en sílex. También se han recuperado cantos de cuarcita que fueron utilizados como percutores o machacadores de huesos. La distribución de los restos refleja claramente el tipo de uso que los grupos humanos hicieron de Galería. Uno de los principales hallazgos corresponde a un núcleo de sílex neógeno de grandes dimensiones. Éste fue introducido intencionalmente en la cueva por los humanos como remanente de materia prima para producir lascas que les permitiesen procesar las carcasas de los animales caídos por la trampa natural en sucesivas visitas a la cueva. De este modo se reafirma el uso reiterado de la cavidad como lugar de obtención de comida.
Gran Dolina
Nivel TD10
Desde el 19 de junio un equipo de 25 personas ha estado excavando en la parte superior del yacimiento de Gran Dolina, en una superficie de 90 m2. Concretamente, se ha trabajado en el tramo inferior del nivel TD10, de unos 400 mil años de antigüedad.
El paquete de sedimentos de las capas superiores del nivel TD10 se caracterizaba por presentar las mayores concentraciones de restos arqueológicos documentados hasta la actualidad en los yacimientos pleistocenos de la sierra de Atapuerca. Estos restos se acumularon en la entrada a la cueva de Gran Dolina a lo largo de los períodos en que ésta fue usada por homínidos como enclave referencial dentro del entorno de la sierra.
La capa excavada este verano presenta menor concentración de restos. Sin embargo, el registro recuperado refleja una gran diversidad de especies de herbívoros (caballo, ciervo, bisonte, rinoceronte…) y carnívoros (león, tigre dientes de sable, lobo.…). Estos últimos aparecen representados tanto en forma de elementos de su esqueleto como de marcas sobre los huesos de sus presas. La actividad humana sobre estos restos, sin embargo, es escasa.
Cabe destacar que ha aumentado considerablemente la presencia de instrumentos de piedra respecto al año anterior. Destacan numerosos bifaces y hendedores, de cuarcita, arenisca y sílex, que se suman a la ya rica colección Achelense de estos yacimientos.
Así, TD10 ofrece de nuevo una espléndida oportunidad para establecer modelos, en este caso sobre la actividad de los depredadores mencionados y sobre cómo compartían el espacio con los homínidos.
Las diferentes modalidades de ocupación documentadas en la secuencia de TD10 (campamento central, matadero de bisontes…), así como los datos obtenidos en otros yacimientos del Pleistoceno medio de Atapuerca, como Galería o la Sima de los Huesos, nos permiten estudiar como en muy pocos lugares del mundo los ecosistemas de hace entre 300 y 500 mil años, y, muy especialmente, cómo los grupos de homínidos (preneandertales en este caso) los explotaron y se adaptaron a ellos.
Niveles inferiores de Gran Dolina
La campaña de este año tenía como objetivo principal recuperar más evidencias de presencia humana en la sierra de Atapuerca en torno al millón de años, así como recopilar datos sobre el contexto ecológico en esas cronologías. Y en efecto, han aumentado los indicios de visitas de grupos humanos a la cueva, con una pequeña colección de 4 artefactos líticos que aún mantienen características muy primitivas, de tradición africana. Junto a ellos se han descubierto algunos huesos con marcas de corte, lo que sugiere la asociación directa entre esos instrumentos líticos y los animales caídos dentro de la torca de Gran Dolina en ese periodo. Estos animales eran principalmente ungulados tales como los primeros ciervos comunes que llegaron a Europa, gamos, cérvidos gigantes, asnos silvestres y rinocerontes. También se ha visto un interesante elenco de carnívoros, como los osos de la especie Ursus dolinensis (una especie descrita por primera vez en este yacimiento), y el jaguar europeo, que desapareció de nuestros paisajes hace medio millón de años. También se ha comprobado la presencia de las primeras hienas modernas europeas similares a las hienas manchadas africanas. Hasta hace poco se pensaba que estos hiénidos habían llegado a Europa procedentes de África hace unos 700 mil años. Sin embargo, los datos de esta campaña muestran que llegaron al subcontinente europeo hace al menos un millón de años.
Cueva del Mirador
En la cueva de El Mirador se finaliza la campaña excavando niveles del Neolítico final, de unos 5.000 años de antigüedad, relacionados con el uso de la cavidad como cueva redil. Destaca la presencia de gran cantidad de restos de ovicápridos, principalmente fetos, neonatos e infantiles, que indican que durante este período la cueva, o parte de ella, fue usada para estabular animales en periodo de gestación y de lactancia. Esto permite constatar que la práctica de separar estos animales del resto del rebaño durante el período de cría, habitual en la actualidad, se remonta a las primeras fases de la implantación de la ganadería en la Península Ibérica.
Por otra parte, durante las primeras semanas de excavación se intervino sobre un nivel atribuido, a la espera de dataciones, al Calcolítico o Neolítico final. En este nivel se documentaron nuevas evidencias de canibalismo, anteriores cronológicamente a las descubiertas en 1999 en niveles del Bronce antiguo, de unos 3.800 años. Asímismo, se han seguido recuperando restos humanos, entre ellos dos cráneos completos, procedentes del sepulcro colectivo Calcolítico, de hace unos 4.500 años, excavado en las últimas campañas.
Cueva Fantasma
La campaña de excavación 2017 en el yacimiento de Cueva Fantasma se ha centrado en labores de desescombro del ripio de la antigua cantera (cerca de 10.000 toneladas), y de limpieza del yacimiento, para preparar la campaña de excavación 2018. Dentro de las labores de planificación de la excavación de 2018 se ha realizado un conjunto de perfiles geofísicos eléctricos y con georradar, y 5 sondeos mecánicos con recuperación de testigos (de unos 100mm de diámetro), que permiten reconocer la naturaleza y el potencial estratigráfico del yacimiento, cuya base se localiza entre 10 y 13 m bajo la superficie vista.
Yacimientos de Cueva Mayor
En la campaña de este año se ha intervenido en tres yacimientos del interior de Cueva Mayor: El Portalón, la Galería de las Estatuas y la Sima de los Huesos.
El Portalón de Cueva Mayor
Se continúa excavando niveles Neolíticos (alrededor de 7.000 años) y de la Edad del Bronce (alrededor de 3.000 años) en los dos sectores en excavación del yacimiento. Los niveles neolíticos se caracterizan por la presencia de estructuras habitacionales (suelos preparados y hogares) en los que se ha encontrado gran cantidad y variedad de restos cerámicos y líticos típicos de este período, así como un abundante conjunto de útiles de hueso, sobre todo punzones y, como pieza singular, un botón perforado. También se han recuperado numerosos restos de fauna salvaje (ciervo, jabalí, caballo y toro salvaje) animales cazados y transportados para ser consumidos dentro de la cueva, así como de animales domésticos como perros, cabras, ovejas y vacas. Todos los restos están muy fragmentados, y a menudo quemados, lo que demuestra un alto grado de aprovechamiento de estos animales.
En los niveles superiores, de la Edad del Bronce Final, asociados a la llamada cultura de Cogotas I (alrededor de 3000 años antes del presente), el pasado día 20 de julio de 2017, entre numerosos restos de cerámica, algunos finamente decorados, apareció una pieza excepcional. Se trata de un alfiler de oro rematado en dos espirales (una dextrógira y otra levógira), simbología muy extendida desde antiguo en muchas culturas. Es un hallazgo único en la región, y el análisis detallado de la pieza y su contexto dará respuesta a su presencia en el Portalón de la sierra de Atapuerca.
Galería de las Estatuas
En la Galería de la Estatuas, durante esta campaña 2017 se ha excavado en dos sectores distintos que corresponden al Pleistoceno superior, momento en que la sierra de Atapuerca estaba habitada por Neandertales. En esta campaña se han recuperado tanto restos de fauna como de industria lítica producida por Neandertales.
De los restos de macrofauna, los más abundantes son los de équido (familia de los caballos) y los de ciervo. Algunos de estos restos han sido fracturados en fresco para la extracción de médula y también muestran marcas de corte. En esta campaña también se ha recuperado un resto de lagomorfo (familia de los conejos) con marcas de corte. La cueva fue también usada por carnívoros de forma esporádica. Este año se han recuperado restos de hiena, y por primera vez en este yacimiento, de lobo. Las herramientas de piedra recuperadas están hechas en dos tipos distintos de sílex, y destaca la presencia de raederas. También se ha recuperado un fragmento de diáfisis de un hueso largo de fauna que fue utilizado como retocador.
Sima de los Huesos
Enclavado en una profunda sima de una de las galerías de Cueva Mayor, la Sima de los Huesos (SH), datada en una antigüedad de algo más de 430.000 años, es el mayor yacimiento del planeta en cuanto a número de fósiles del género Homo se refiere. Desde que comenzaron las excavaciones sistemáticas, en 1984, se han recuperado allí alrededor de 7.000 fósiles humanos correspondientes a todas las regiones del esqueleto, que pertenecieron al menos a 28 individuos de ambos sexos y con distintas edades de muerte.
En la campaña de 2016 se terminó de excavar la zona noroeste del yacimiento, en la que a lo largo de más de 20 años de excavación se han recuperado los fósiles humanos, incluyendo los famosos cráneos 4 (Agamenón) y 5 (Miguelón). Este rico sector estaba separado del resto del yacimiento por un gran bloque de roca caliza que impedía extender la excavación a otras zonas de SH. En los últimos días de la campaña 2016 este bloque se retiró del yacimiento, dejándolo preparado para extender la excavación hasta la parte que aún no había sido excavada.
En la campaña de este año se ha comenzado a intervenir en la zona sobre la que aún no se había actuado, para saber si el nivel de fósiles humanos se extiende al resto del yacimiento o si estaba restringido a la zona noreste, prácticamente ya agotada. En este contexto, los resultados de la campaña 2017 pueden calificarse de excelentes, ya que además de importantes fósiles de carnívoros como osos (de la especie Ursus deningeri) y de león de las cavernas (Panthera leo fossilis) se han recuperado una veintena de fósiles humanos que incluyen un importante fragmento de tibia, huesos de manos y pies, vértebras y restos craneales. El hallazgo de estos fósiles confirma la riqueza en restos humanos de este nuevo sector del yacimiento y augura que los importantes descubrimientos de fósiles humanos en SH se prolongarán durante muchas campañas en el futuro.
Adicionalmente, los trabajos de excavación en SH también se han dedicado a terminar la excavación de los últimos sedimentos de la zona noreste, donde hace dos años se recuperó un importante fragmento de mandíbula humana. En estos últimos días de excavación se espera terminar este trabajo y recuperar nuevos restos del mismo individuo del resto mandibular.
Asentamiento al aire libre. Fuente Mudarra
Hace 18 años comenzaron las prospecciones arqueológicas en el entorno de los yacimientos en cueva de La Trinchera, para conocer los asentamientos al aire libre de los grupos representados en las cuevas. Se descubrieron 200 lugares, 30 de los cuales pertenecían a lugares donde habían vivido neandertales.
Dos de ellos, Hundidero y Hotel California, se excavaron con buenos resultados: varios niveles arqueológicos con herramientas de piedra talladas, utilizadas y abandonadas en ambos sitios, que al menos desde hace 76.000 años hasta hace 46.000 años los neandertales visitaron de manera recurrente, constituyendo su paisaje cultural.
Fuente Mudarra se comenzó a excavar en 2012 y se conocían hasta ahora varios niveles. La sorpresa ha aparecido este año, en su nivel 8, en un fino paquete de arenas que son una “instantánea” de la sierra de Atapuerca en el Pleistoceno superior. Se ha recuperado un rico conjunto de sílex, cuarcita y cuarzo entre los que cabe destacar percutores para golpear los nódulos de sílex, y las lascas y cuchillos resultantes, que se usaron unas veces allí mismo para descuartizar animales y trabajar madera, y otras se llevaron a otros lugares de la Sierra.
Los Neandertales ocupaban estos parajes rodeados de zonas lagunares, como Fuente Mudarra, para realizar sus actividades cotidianas, fabricar sus herramientas y explotar el entorno. Entorno en el que ahora se puede afirmar que han vivido neandertale ininterrumpidamente durante decenas de miles de años. Hace más de 50.000 años, desde Cueva Fantasma hasta Fuente Mudarra, a lo largo del valle del río Pico, estos cazadores y recolectores tenían en esta sierra su territorio de explotación y de ocupación, su casa.
Laboratorio de lavado de sedimentos de la Trinchera en el río Arlanzón
Los trabajos de lavado y triado de los sedimentos de las excavaciones de la Trinchera han permitido, como en campañas anteriores, conocer mejor la microfauna de estos yacimientos.
En el rio, este año, se ha lavado el sedimento de todos los yacimientos de la sierra de Atapuerca, incluido el nuevo de Cueva Fantasma. Se han lavado una media de 1.300 kilos de sedimento al día, y gracias a ello se está consiguiendo una muestra de la diversidad de la microfauna del pasado para poder reconstruir los cambios climáticos y medioambientales en la sierra de Atapuerca. Hay que destacar que en estos últimos días se han hallado en el proceso de lavado restos de fauna del nivel TD4 de la Gran Dolina, perteneciente a la especie Dolinasorex definida en TD6 hace varios años. Otro de los objetivos que se ha cumplido aquí es el de formar a estudiantes en grado y master en microfauna.
Prospecciones Geofísicas
Se han seguido realizando prospecciones geofísicas para conocer las características del subsuelo en relación con las cavidades de la Cueva del Compresor y de Cueva Peluda, y del tramo bajo del Valle de la Propiedad. Se han utilizado los métodos Eléctrico (ERT), Georradar y magnético.
Un segundo sector está relacionado con el entorno de Cueva Fantasma (CR1), Galería de las Estatuas y el Valle de la Propiedad, donde se han realizado perfiles de ERT y Georradar. En esta campaña se ha utilizado además el método magnético de prospección desarrollado en los senderos botánicos, camino de la Roza y su entorno. Esta investigación se ha completado con 6 sondeos mecánicos de unos 100mm de diámetro, que va a permitir conocer la naturaleza y potencia de las distintas capas que forman la estratigrafía del yacimiento, mejorando la planificación de su excavación.