Publicado el 12 de junio de 2012 por Carlos Díez
¿Es útil la Arqueología?
Entre Brasil y Angola, en medio del Océano Atlántico, hay una pequeña isla de poco más de 100 kms cuadrados. Apenas está poblada. Su nombre es Santa Helena[1] y es mundialmente conocida por haber sido el destino final del emperador Napoleón Bonaparte[2]en 1821. La tumba original de Napoleón[3] es el principal activo turístico de la isla, pero sus restos ya no están en Santa Helena. Tuvo suerte y siete años después de su fallecimiento se trasladaron a los Inválidos, en París. Otros muertos no han tenido la misma suerte, perola Arqueología de vez en cuando te da alegrías y trata de poner las cosas en su sitio. Sobre todo con los olvidados, con los que todavía buscan el reconocimiento y la reparación de la historia. Arqueólogos de la Universidadde Bristol, dirigidos por Andrew Pearson, están exhumando en los dos últimos años varios centenares de cuerpos en esta isla británica[4], que llegó a ver desfilar sobre su inhóspita tierra a casi 26.000 esclavos africanos negros hacia mediados del siglo XIX. No es extraño por tanto la previsión del profesor Pearson que puede haber enterradas allí unas 5.000 personas.
La isla, junto a la cercana de Ascensión, era parada obligada para la Royal Navy (la Armada Británica), cuando se dedicó a liberar los prisioneros que capturaba a los buques que hacían la travesía del comercio de esclavos hacia América. Un hospital y un destacamento militar eran las infraestructuras existentes en la isla, las cuales permitían albergar y custodiar a los esclavos, curarles si era posible y enterrarlos cuando morían. La muerte entre los esclavos era muy frecuente en la denominada “larga travesía”, desde África a América. La deshidratación, los disparos de los negreros, el escorbuto, la disentería y las infecciones fueron las principales causas de mortalidad[5]. En Santa Helena, apenas hay ataúdes. Los cuerpos se acumulan bajo la tierra, descansando juntos. La abundancia de adolescentes y niños entre los cadáveres confirma las preferencias de los hacendados americanos, que buscaban africanos jóvenes que pudieran reproducirse, trabajar y resistir muchos años.
Una publicación del equipo en la revista British Archaeology[6] y un libro (“Tráfico infernal”[7]) detallan las fosas comunes encontradas durante los trabajos preparatorios para la construcción de un aeropuerto junto a la capital, Jamestown: allí se amontonan cadáveres con sus ropajes, las placas que los identificaban por su nombre o su número, las ablaciones dentales o incluso sus amuletos y collares. Son magros vestigios para una vida, pero pienso que cada uno de dichos objetos es una pequeña llama de esperanza, que enciendela Arqueología, para la memoria de la población africana. Todos los hallazgos van a ser llevados y expuestos en el reciente Museo de la Esclavitud[8], inaugurado el año 2007 junto a los muelles de Liverpool (Inglaterra) al cumplirse 200 años de la abolición de la esclavitud en Gran Bretaña. Este museo es una novedosa iniciativa que ha llegado ya al millón de visitantes, y que nos recuerda nuestra destructiva capacidad para denigrar a nuestros semejantes.
Audio e imágenes en: http://www.youtube.com/watch?v=FPzMYLMtelI [1] http://swling.com/blog/wp-content/uploads/2009/10/782px-ascension_island_location2.jpg [2] http://www.biografiasyvidas.com/monografia/napoleon/ [3] http://www.lautresaintehelene.com/other-st-helena-chronology-1840.html [4] http://www.guardian.co.uk/world/2012/mar/08/slave-mass-graves-st-helena-island?newsfeed=true [5] http://www.thisisbristol.co.uk/Major-shows-cruel-life-ndash-death-ndash-slaves/story-15480587-detail/story.html [6] http://www.britarch.ac.uk/ba/ [7] http://www.britarch.ac.uk/books/Pearson2011 [8] http://www.liverpoolmuseums.org.uk/ism/ Carlos Díez Fernández-Lomana